Aplicaciones poco conocidas de la energía solar
Energías alternativas
La actividad agrícola e
industrial genera un significativo número de contaminantes que
son liberados al medio ambiente a través de las aguas de
desecho, las cuales contaminan las aguas superficiales y
subterráneas. Muchas de estas sustancias contaminantes son
altamente tóxicas y difíciles de ser degradadas por la
naturaleza. En algunos países se presentan niveles importantes
en áreas rurales y zonas cercanas a complejos industriales.
Las descargas resultan particularmente peligrosas para la salud
humana y devastadoras para el medio ambiente.
Una de las aplicaciones menos conocidas de la energía solar es la
eliminación de esta contaminación. Su objetivo es
eliminar algunos residuos muy peligrosos, como por ejemplo las
dioxinas y furanos. Estas sustancias están presentes en
pesticidas, plásticos y disolventes, siendo productos de
síntesis muy tóxicos.
Las investigaciones comenzaron en España en 1997 en la Plataforma
Solar de Almería, mediante el proyecto Solardetox dirigido a
deasrrollar la teoría de fotocatálisis a nivel
industrial, con el objetivo de degradar compuestos orgánicos
volátiles disueltos en agua.
Degradación de cianuros
Desde 1999 en Arganda de Rey (España) se aplica la tecnología
para degradar cianuros procedentes de empresas del sector de
recubrimientos metálicos. La aplicación siguiente se
realizará en Almería con la creación de una
planta de reciclado de envases de plásticos provenientes de
pesticidas, muy utilizados en agricultura.
Los plásticos se trituran, lavan y extrusionan, dando lugar a una
granza. Los pesticidas quedan en el agua de lavado y entonces se
aplica el proceso de fotocatálisis. Hay dos opciones para el
tratamiento, se retienen los compuestos remanentes mediante carbón
avtivo o en caso de ser compuestos biodegradables se transfieren a
una planta de tratamiento biológico.
Otro nuevo proyecto pretende mejorar la tecnología mediante la
combinación de la fotocatálisis con ozono (también
es posible con peróxido de hidrógeno), con el objetivo
de tratar contaminantes en mayores concentraciones. El proceso se
conoce como de oxidación avanzada y se fundamenta en la
generación de los radicales hidroxilo, muy oxidantes y por lo
tanto capaces de destruir materia orgánica.
Eliminación de patógenos
Los patógenos del agua se pueden eliminar mediante la energía
solar. En el techo de una vivienda se puede instalar un pequeño
colector y purificar el agua de un depósito de entre 200 y 300
cm3 de capacidad. La energía
solar eficaz es en el rango del ultravioleta cercano (400 nm de
longitud de onda).
Los procesos fotoquímicos se basan en la degradación,
mediante el empleo de un fotocatalizador, de materia orgánica
y otros contaminantes que se encuentran en efluentes procedentes de
la actividad humana.
Los principales catalizadores son el dióxido de titanio (barato y
no tóxico) y el carbón activo. Por lo que respecta a
los compuestos que pueden eliminarse los hay de diversos tipos, por
ejemplo: compuestos fenólicos, iones cianuro, compuestos con
radicales orgánicos y diversos herbicidas y pesticidas.
También se pueden degradar los restos de la producción
de aceite de oliva o sustancias no biodegradables procedentes de los
sectores farmacéuticos y pintura.
En el CIEMAT (Centro de
investigaciones energéticas, medioambientales y tecnológicas) se han
investigado los tres sistemas siguientes:
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